
Diego Costa se subió al trono en el Reyno de Navarra para dar la cara por el Atlético de Madrid (2-3). El brasileño hizo todo bien, marcó tres goles y conquistó territorio comanche, donde los rojiblancos sólo habían ganado una vez desde su regreso a Primera. Marcó primero Kike Sola, Reyes falló un penalti con 1-3 y Nekounam no lo hizo desde los once metros. Fue el 2-3 y Osasuna se quedó a las puertas de empatar el encuentro con uno menos después de la expulsión de Sergio, que agredió a Diego Costa, que estuvo en todas y el Reyno lo convirtió en el salón de su casa.
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